lunes, 14 de julio de 2014

CIENTO OCHO INMIGRANTES EN EL PROGRMA DE ACOGIDAS DE EMERGENCIA

Mucho más que un lugar de paso

El Secretariado diocesano de Migraciones, en colaboración con la Asociación Cardijn, realiza acogidas de emergencia humanitaria en el centro Tartessos.
PILAR HERNÁNDEZ MATEO CÁDIZ | ACTUALIZADO 13.07.2014 - 11:01
zoom
1. Un grupo de inmigrantes sentado a la entrada del centro Tartessos, situado en la esquina de Juan Carlos I con Trille. 2. Moussa, de Burkina Faso, tras la puerta de acceso al edificio. Este joven llegó a Cádiz el 4 de julio procedente del CIE de Tarifa. 3. Varios de los inmigrantes en la sala de informática, el lugar más solicitado, ya que es donde pueden contactar con familiares y compatriotas a través de internet. 4. Boris Jodelle, camerunés de 19 años que llegó el pasado miércoles a Tartessos. Él durmió su primera noche en la litera que se instaló en el pasillo por falta de camas. 5. Un joven inmigrante en uno de los dormitorios del centro ordenando la habitación.
zoom
zoom
Se acerca la una de la tarde. Estos días es uno de los momentos más esperados en el centro Tartessos porque se queda libre el aula de informática. Es cuando los inmigrantes que se encuentran allí en acogida de emergencia humanitaria pueden contactar a través de internet con sus familiares y amigos, que son las personas que pueden facilitarles direcciones a las que acudir y dinero para poder llegar a su destino, el que se marcaron cuando decidieron cruzar el Estrecho de Gibraltar de manera clandestina hace unas semanas. 

El Secretariado de Migraciones de la diócesis de Cádiz y Ceuta en colaboración con la Asociación Cardijn desarrolla en el centro Tartessos un programa de acogida de jóvenes inmigrantes mayores de 18 años que no cuentan con recursos ni con familia aquí. En estos momentos hay nueve jóvenes viviendo en las instalaciones de Tartessos, realizando cursos de formación y diversas actividades para lograr su inserción social y laboral. Pero, a la vez, tienen en marcha un programa de acogidas de emergencia humanitaria para inmigrantes procedentes del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tarifa. Estos, al cumplir el plazo de internamiento, salen de allí con un expediente de expulsión del país, pero la mayoría no se marcha, quedándose en una especie de "limbo jurídico", ya que están aquí sin permiso y "pueden encontrarse en situación de desamparo. Para evitar esta situación momentáneamente, hacemos esta acogida de emergencia en Tartessos, porque la Iglesia nunca va a dejarlos abandonados", afirma el director del Secretariado de Migraciones, Gabriel Delgado, quien explica que todos son de países que no los reconocen como ciudadanos suyos o con los que España no tiene convenio de devolución. 

Cabe destacar que ni Cardijn ni el Secretariado de Migraciones recibe subvenciones públicas para las acogidas de emergencia, por lo que trabajan con recursos de la Iglesia y con la colaboración de algunas parroquias e instituciones de la propia Iglesia. 

Estos días, el centro Tartessos se encuentra desbordado. Desde el pasado 29 de mayo hasta el jueves 10 de julio han llegado en varias tandas un total de 108 inmigrantes de 14 países africanos procedentes del CIE de Tarifa. El número de acogidos varía cada día, porque están allí el tiempo imprescindible para contactar con familiares o amigos que les faciliten dinero para llegar a su destino. Juan Carlos Carvajal Taboada, responsable de la Asociación Cardijn y miembro del Secretariado de Migraciones, explica que algunos sólo están un par de días y otros varias semanas. 

El pasado miércoles, durmieron allí 35 inmigrantes, cuando sólo hay camas para 28. Tuvieron que poner una litera en el pasillo y colchonetas en el suelo. Boris Jodelle, camerunés de 19 años, y Toh Olivier, marfileño de 37 años, durmieron en la litera del pasillo. Ellos habían llegado ese mismo día desde el CIE de Tarifa. Toh cruzó el Estrecho con destino a Bélgica, donde tiene familia y amigos. El sueño de Boris es continuar sus estudios en España. Él tiene amigos en Madrid y Barcelona que pueden ayudarle. 

Estos hombres no hablan español, así que otro inmigrante nos sirve de traductor. Es Samuel Parfait Bayeck, un camerunés de 28 años que lleva desde diciembre del año pasado en Tartessos. Llegó allí procedente del Hospital Puerta del Mar, donde fue ingresado por el fuerte golpe que recibió al cruzar la valla en Ceuta, que le provocó la pérdida de un ojo y fracturas en la cara. Todavía se está recuperando de sus lesiones y está pendiente de una operación. Mientras tanto, permanece en Tartessos sirviendo de intérprete a los inmigrantes que no saben español -que son la mayoría- y ayudándolos en algunos trámites, como comprar billetes de autobús. Samuel asegura que "aquí son todos buenas personas. Estamos gente de muchas culturas pero hay respeto y estamos como una familia. Mi madre me dijo que la familia está donde tú vives y ahora vivo aquí". 

Este joven tuvo que dejar los estudios en su país por falta de dinero y se puso a trabajar para poder ayudar económicamente a su familia, que es pobre. Arreglaba torres de electricidad. "Trabajaba mucho, con mucha energía, pero ganaba poco y no podía ayudar a mi familia en todo lo que necesitaba". Por eso decidió venir a Europa. Su destino era Francia o Alemania, pero después de lo que le ha ocurrido "me conformo con poder trabajar donde sea". 

En el programa de acogidas de emergencia humanitaria, se proporciona alojamiento y manutención, además de calzado y vestuario al que lo necesita. También tarjetas de teléfono para que los inmigrantes puedan contactar con redes familiares o de compatriotas para organizar el viaje a la ciudad de destino. El tiempo que permanecen en Tartessos, reciben clases de español y pueden acceder a todos los recursos lúdicos y deportivos del centro, que comparten con las personas que participan en otros programas de la Asociación Cardijn. Lo más demandado por los inmigrantes es la sala de informática. Para ellos, "lo fundamental es contactar con familiares y amigos para poder continuar con su proyecto y hacer realidad sus ilusiones. Todos tienen sus esperanzas puestas en algo y tienen conocidos que pueden ayudarles a intentar regularizar su situación aquí o en otro país", comenta Juan Carlos Carvajal. 

Los inmigrantes se reparten las tareas de la casa el tiempo que están allí. Por ejemplo, a Kashif, de Pakistán -uno de los jóvenes que está en acogida permanente-, le gusta la cocina y se encarga de hacer la comida cada día con la ayuda de algún otro joven. Otros limpian, ordenan la casa, preparan la mesa y la recogen. 

Mientras espera que le toque su turno para utilizar un ordenador, podemos hablar con Moussa, de Burkina Faso, a través de Samuel. Este joven de 25 años llegó a Tartessos el viernes 4 de julio procedente de Tarifa. Unos días antes había cruzado el Estrecho en una embarcación neumática con cinco personas más, una de ellas murió por el camino. Él quiere irse a Francia, donde tiene un tío y amigos. 

Gabriel Delgado señala que hacía años que no recibían un volumen tan grande de inmigrantes en acogidas de emergencia. Cuenta que el Secretariado diocesano de Migraciones se hace presente todas las semanas en el CIE "para acompañar pastoralmente a los inmigrantes que están detenidos y realizar una labor social con ellos". Les dan clases de español y realizan otras actividades. Por eso, a veces, cuando se les acaba el tiempo de estancia allí, desde el propio CIE avisan al Secretariado de Migraciones que junto con Cardijn pone en marcha el recurso de acogida de emergencia: buscan un transporte para ir por ellos y traerlos a Tartessos con el objetivo de que no se queden en situación de desamparo mientras encuentran la manera de llegar a su destino. Es mucho más que un lugar de paso

FRATERNIDAD Y FRONTERAS


Día Internacional de los Inmigrantes

El próximo encuentro con los delegados de migraciones de ciudades europeas, en Ceuta

Fraternidad y fronteras

"Frente a los que rompen las espaldas con palos y piedras en las dos orillas"

José Luis Pinilla, sj, 13 de julio de 2014 a las 15:44
 Ya son 89 los inmigrantes de acogidos. Recibirán alojamiento y manutención, mientras contactan con las redes familiares y de compatriotas para viajar a otras ciudades de destino
Inmigrantes subsaharianos/>

Inmigrantes subsaharianos

  • Inmigrantes africanos en Melilla
  • Campaña Migraciones de la CEE
  • Inmigrantes subsaharianos
  • Inmigrantes subsaharianos.
  • Inmigrantes a la entrada del Centro de Internamiento de Extranjeros del cuartel de Zapadores
  • La Policía española intenta frenar una avalancha de inmigrantes sin papeles en Melilla.
  • Zornoza, con los inmigrantes del CIE
  • Inmigrantes
  • Inmigrantes africanos en Melilla
  • Campaña Migraciones de la CEE
  • Inmigrantes subsaharianos
  • Inmigrantes subsaharianos.
  • Inmigrantes a la entrada del Centro de Internamiento de Extranjeros del cuartel de Zapadores
  • La Policía española intenta frenar una avalancha de inmigrantes sin papeles en Melilla.
  • Zornoza, con los inmigrantes del CIE
  • Inmigrantes
  • Inmigrantes africanos en Melilla
  • Campaña Migraciones de la CEE
  • Inmigrantes subsaharianos
  • Inmigrantes subsaharianos.
  • Inmigrantes a la entrada del Centro de Internamiento de Extranjeros del cuartel de Zapadores
  • La Policía española intenta frenar una avalancha de inmigrantes sin papeles en Melilla.
  • Zornoza, con los inmigrantes del CIE
  • Inmigrantes
(José Luis Pinilla, sj).- He sido testigo privilegiado de este proceso. Recojo mis apuntes de hace una semana con la imagen del Duomo de Milán, en la retina y el corazón, tras la visita imprescindible al sepulcro del Cardenal Martini .
Se trataba del Encuentro con los delegados de migraciones de ciudades europeas, junto a Gabriel el Delegado de Cadiz y los de otras ciudades europeas. Preparando el próximo encuentro en España y, más concretamente, en Ceuta. Porque ¡ya está bien de encuentros de estos en las grandes ciudades Europeas...! ¡A Ceuta!Como han hecho recientemente mis compañeros del SJM de España y cuyas crónicas he leído emocionado
He vuelto a releer los apuntes del Encuentro europeo al leer las noticias de la Declaración conjunta, la denuncia y la labor de acogida que hace la Iglesia de Estados Unidos, México, El Salvador, Guatemala y Honduras sobre la crisis de las niñas, los niños y los adolescentes migrantes
Recordaba que a los largo de la mañana en Milan mientras tomaba apuntes de la reunión vi a Gabriel Delegado, Delegado Diocesano de Cadiz-Ceuta que al teléfono preguntaba "¿Cuántos emigrantes?. ¿Tenemos sitio?".
Y yo mientras tanto seguía tomando mis apuntes del debate
"Queremos que nuestra reunión de España se introduzca el tema básico de las fronteras.
"Hablemos de las fronteras geográficas y de las Fronteras psicológicas, legales, culturales, etc. impuestas a los emigrantes en cualquier lugar".
"Sí. Fronteras que impiden la realización de sus proyectos vitales". 
Gabriel seguía, teléfono en mano, gestionando a miles de kilómetros la llegada y acogida eclesial de un nuevo grupo de 30 inmigrantes, procedentes del CIE de Tarifa. Aquel antiguo fortín militar reconvertido en Centro de Internamiento en donde Gabriel y yo acompañábamos a tres obispos y 50 personas más de la Iglesia española rezando con los recién llegados en las pateras de septiembre.
Otro delegado europeo, me parece que era de Viena, hablaba de Fraternidad. En mis apuntes escribí la palabra con Mayúsculas: FRATERNIDAD. Fraternidad frente a los que rompen las espaldas con palos y piedras, en las dos orillas mientras algunas leyes, mafias y gente corrupta roban la dignidad de nuestros hermanos emigrantes que ni siquiera pueden abrir la boca. ¡Como oveja llevada al matadero!.
Y hoy leo que la Iglesia de las dos orillas del Río Grande en los territorios correspondientes a México y Estados Unidos apuesta - una vez más - por "el compromiso -marcado por los últimos pontífices y exigido por la Iglesia católica- de "globalizar la solidaridad". Posibilidad solo posible si se respetan, promueven y se defienden la vida, dignidad y derechos de toda persona, independientemente de su condición migratoria".
Fraternidad, para "nuestros emigrantes" los del Sur de Europa y los menores de Rio Grande . Fraternidad no solo para ellos, sino con ellos, como cantábamos ¿hace 40 años?: "¡Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar!" Es el texto poético, que tenía el aire del Atahualpa Yupanqui, que tarareábamos hace tiempo y que me acompañaba con su música en el viaje de vuelta con Gabriel que seguía preocupado..."¿Los podremos acoger?"
"¡Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar!. Música y letra que me trae el eco del más genuino profetismo de los viejos profetas de Israel y de Jesús de Nazaret.
En la riada de proféticos gestos incluyo este, cuajado estos días de nuevo. El gesto profetico de una Iglesia samaritana aquí y allá. Y en este caso el de la acogida de emigrantes que la Iglesia española sigue haciendo y que Gabriel convirtió en noticia de agencias gracias al apoyo - entre otros- de su Diócesis gaditana y de la Comision Episcopal de Migraciones :

"Desde el 29 de Mayo, hasta el día de hoy, ya son 89 los inmigrantes de acogidos de emergencia por el Secretariado de Migraciones y la Asociación Cardijn con el apoyo del cabildo catedralicio y de la Comision Episcopal de Migraciones. Recibirán alojamiento y manutención, mientras contactan con las redes familiares y de compatriotas en España para viajar a otras ciudades de destino"

Gestos proféticos que hacen realidad aquello de que "fui extranjero y me acogisteis"
No se me apagó el recuerdo de la visita al sepulcro de Martini. Este me invita a reeler la lectura de alguno de sus textos antes de dormir. Descubrí este párrafo de una carta pastoral de 1999 :
"La acogida de los inmigrantes, dando por supuesto importancia a una debida vigilancia y respeto a las leyes, es una de las formas de reconocimiento de la igual dignidad humana frente al único Padre, como lo es la solidaridad hacia los más débiles y los más olvidados de nuestra compleja sociedad. El rechazo de clausuras selectivas y de actitudes discriminatorias es igualmente fruto del reconocimiento del Padre de todos: no se debe dudar en reconocer el peligro de un pecado profundo de egoísmo y de blasfemia contra Dios como Padre común en estas actitudes que van envenenando aquí y allá nuestra cultura".
Lo leí, lo releí, mientras me acordaba, de Milán, del Duomo, de Gabriel, de Cádiz, de Río Grande , de los pobres de la tierra ..

lunes, 7 de julio de 2014

EL PAPA FRANCISCO Y LAMPEDUSA

Un año después de su visita, pide a Europa "más valentía y generosidad"

Francisco regresa a Lampedusa

"Aliento a todos los hombres de buena voluntad a seguir inclinándose hacia los necesitados"

RV, 06 de julio de 2014 a las 17:39
 Me dirijo de nuevo espiritualmente frente a la costa del mar Mediterráneo para llorar con cuantos están en el dolor y para echar las flores de la oración del sufragio por las mujeres, hombres y niños que son víctimas de un drama que parece no tener fin
El Papa Francisco en Lampedusa/>

El Papa Francisco en Lampedusa

  • El Papa Francisco en Lampedusa
  • Inmigrantes abrazados, ahogados junto a las costas de Lampedusa
  • Lampedusa
  • Papa Lampedusa
  • Francisco con emigrantes en Lampedusa
  • El Papa Francisco en Lampedusa
  • Inmigrantes abrazados, ahogados junto a las costas de Lampedusa
  • Lampedusa
  • Papa Lampedusa
  • Francisco con emigrantes en Lampedusa
  • El Papa Francisco en Lampedusa
  • Inmigrantes abrazados, ahogados junto a las costas de Lampedusa
  • Lampedusa
  • Papa Lampedusa
  • Francisco con emigrantes en Lampedusa
(RV).- El corazón del Papa Francisco vuelve a Lampedusa. Ante los trágicos naufragios que parecen no tener fin y ante el creciente problema de la inmigración que aún perdura, debido también a pobreza y guerras ligadas a políticas internacionales, el Obispo de Roma exhorta a los cristianos, a las personas de buena voluntad, a las Instituciones competentes y en especial a las de Europa, a tener más valentía y generosidad.
Reiterando que es un drama que hay que afrontar no con la lógica de la indiferencia, sino de la acogida, tutelando y promoviendo la dignidad y centralidad de todo ser humano, el Sucesor de Pedro recuerda con profunda emoción su primer viaje pontificio, en un mensaje a la Arquidiócesis de Agrigento, evocando su visita a Lampedusa, el 8 de julio de 2013.
Reiterando su gratitud al Señor por haberle dado la oportunidad de rezar por las demasiadas víctimas de los naufragios y de cumplir un gesto de cercanía a los inmigrantes que buscan una vida mejor, con el anhelo también de despertar la atención hacia esos dramas, el Papa Bergoglio renueva su agradecimiento a los habitantes de Lampedusa y de Linosa comprometidos en una encomiable obra de solidaridad, sostenidos por asociaciones, voluntarios y fuerzas de seguridad, con la cercanía de la Iglesia en Agrigento y de las comunidades católicas italianas.
Precisamente el Arzobispo de Agrigento, Mon. Francesco Montenegro, leyó el mensaje pontificio en el marco de los actos organizados para celebrar el primer aniversario de la visita del Papa Francisco a la isla siciliana de Lampedusa.


Texto completo del Mensaje del Papa Francisco:
Al Venerado Hermano
Mons. Francesco Montenegro
Arzobispo de Agrigento
El aniversario de mi visita a la isla de Lampedusa evoca en mi corazón sentimientos de gratitud al Señor por haberme dado la oportunidad de ir a esa orilla de tierra siciliana a rezar por las demasiadas víctimas de los naufragios; cumplir un gesto de cercanía a los inmigrantes que buscan una vida mejor y a despertar la atención hacia sus dramas; expresando gratitud a los habitantes de Lampedusa y de Linosa comprometidos en una encomiable obra de solidaridad, sostenidos por asociaciones, voluntarios y fuerzas de seguridad.
En ese encuentro tan cargado de significado, junto con la Iglesia en Agrigento, se percibió la presencia espiritual y afectiva de todas las comunidades católicas italianas, que en niveles y formas diferentes son una parte activa de la acción de acogida de los migrantes. Después de un año, el problema de la inmigración se está agravando y, lamentablemente, se han sucediendo verificando otras tragedias con un ritmo acelerado. A nuestro corazón le cuesta aceptar la muerte de estos nuestros hermanos y hermanas que afrontan viajes extenuantes para huir de dramas, pobreza, guerras, conflictos, a menudo ligados a políticas internacionales.

Me dirijo de nuevo espiritualmente frente a la costa del mar Mediterráneo para llorar con cuantos están en el dolor y para echar las flores de la oración del sufragio por las mujeres, hombres y niños que son víctimas de un drama que parece no tener fin. Y que requiere que se afronte no con la lógica de la indiferencia, sino con la lógica de la hospitalidad y del compartir con el fin de tutelar y promover la dignidad y la centralidad de todo ser humano.

Aliento a las comunidades cristianas y a todos los hombres de buena voluntad a seguir inclinándose hacia los necesitados, para tenderles la mano, sin cálculos, sin temor, con ternura y comprensión. Al mismo tiempo, anhelo que las instituciones competentes, especialmente a nivel europeo, sean más valientes y generosas en socorrer a los prófugos.
Con estos deseos, le imparto de corazón a usted, querido hermano, a cuantos participan en los diversos momentos de oración y reflexión y a toda la Comunidad diocesana la implorada Bendición Apostólica.

Desde el Vaticano, 23 de junio de 2014
Fraternalmente
Francisco